Compatibilidad con sistemas heredados: Algunos sistemas, aplicaciones y protocolos más antiguos aún usan SHA-1.
Comprobaciones de integridad de archivos: Generan hashes para comparar y detectar la manipulación de archivos.
Firmas digitales (implementaciones antiguas): Se utilizaban para crear o verificar certificados y firmas digitales antes de que SHA-2 se convirtiera en el estándar.
Huellas digitales: Generan identificadores únicos para grandes bloques de datos.
⚠️ SHA-1 ya no se considera seguro para fines criptográficos. Es vulnerable a ataques de colisión (dos entradas que producen el mismo hash), lo que reduce su fiabilidad en contextos de seguridad sensibles.
Ingresar los datos: Ingrese una cadena, texto o cargue un archivo.
Hacer clic en Generar: Ejecute la función hash.
Obtener resultado: La herramienta devolverá un hash SHA-1 hexadecimal de 40 caracteres.
Verificar archivo antiguo Firmas o contenido de archivo que originalmente usaban SHA-1. Mantenimiento de la compatibilidad con software o protocolos heredados. Casos de uso no críticos: Donde la seguridad no es una preocupación (p. ej., indexación, huellas dactilares de datos). Ingeniería inversa o análisis forense: Analizar hashes SHA-1 encontrados en sistemas antiguos. No usar SHA-1 para nuevas aplicaciones críticas para la seguridad, como almacenamiento de contraseñas, firmas digitales o hashes criptográficos. Usar SHA-256 o SHA-3 en su lugar.